Dormir bien es una necesidad fisiológica, de vital importancia, porque el sueño tiene una función reparadora de todo el organismo, que permite que al día siguiente podamos desarrollar nuestras actividades diarias, con normalidad.
El sueño es una función vital del organismo, al igual que la respiración, la digestión o la inmunidad. También desempeña un papel clave en el estado de bienestar durante el día.
Dormir garantiza una correcta estabilidad neuronal
Estudios científicos confirman que dormir menos de lo que necesitamos, puede acabar perjudicando la salud. Investigaciones científicas han demostrado que la falta acumulada de sueño puede provocar enfermedades y disfunciones físicas, cognitivas, emocionales y también sociales.
Dormir menos de lo que corresponde y, por tanto, no respetar los ritmos circadianos (cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas) puede provocar que ciertos neurotransmisores, los que preparan el cerebro para estar activo o para descansar, no actúen cuando corresponde, y en consecuencia puedan generar disfunciones, cognitivas, en la memoria o en el pensamiento y en la distribución de la energía.
Las funciones del sueño
Como ya mencionamos anteriormente, el sueño cumple con diferentes funciones reparadoras a nivel del organismo en general. Dormir bien, le permite al cuerpo desarrollar estas funciones de manera correcta. Estas son algunas de las funciones que cumple un buen sueño restaurador:
– Mantenimiento de la vigilancia en el estado de vigilia
– Mantenimiento de la temperatura corporal
– Reconstitución de las reservas energéticas de las células musculares y nerviosas.
– Producción de hormonas, en especial la del crecimiento y la melatonina.
– Regulación de funciones como la glucemia (y el apetito).
– Eliminación de toxinas.
– Estimulación de las defensas inmunitarias.
– Regulación del humor y la activación del estrés.
– Mecanismos de aprendizaje y memorización.
¿Cuánto debes dormir según tu edad?
La National Sleep Foundation (NSF), organismo de investigación americano sobre el sueño, nos ofrece una tabla de referencia, con objeto de determinar el tiempo de sueño necesario para cada uno, en función de la edad. Estos datos hacen una referencia simple según la edad de los individuos en forma general, no lo hace de forma específica, puesto que cada individuo puede contar con necesidades puntuales.
– Recién nacidos de 0 a 3 meses: de 14 a 17 horas al día
– Lactantes de 4 a 11 meses: de 12 a 15 horas al día
– Niños pequeños de 1 a 2 años: de 11 a 14 horas al día
– Niños en edad preescolar de 3 a 5 años: de 10 a 13 horas al día
– Niños en edad escolar de 6 a 13 años: de 9 a 11 horas al día
– Adolescentes de 14 a 17 años: de 8 a 10 horas al día
– Adultos jóvenes de 18 a 25 años: de 7 a 9 horas al día
– Adultos de edad media de 26 a 64 años: de 7 a 9 horas al día
– Adultos de 65 años o más: de 7 a 8 horas al día
¿Qué es RonquiStop?
Mejorar la calidad y la cantidad del sueño para reducir la aparición de enfermedades relacionadas con la privación, los trastornos o la irregularidad del sueño, es primordial para el desarrollo y correcto funcionamiento del organismo en general. Es ahí donde RonquiStop juega un rol muy importante.
RonquiStop es una placa dental hecha sobre la medida de los dientes. Se usa solamente para dormir y su función es llevar la mandíbula y lengua hacia adelante para despejar la vía aérea. Ya que cuando se duerme; especialmente boca arriba, la lengua y los músculos de la garganta se relajan y se cierra ese espacio, generando sensación de ahogo y ronquidos.
Fuente. Pileje.es revista-salud